La Señora Martina

Ya terminadas las vacaciones me he enterado de que se nos ha ido la Señora Martina. Para algunos, dada la vecindad tan próxima y la buena relación entre las familias, fue nuestra "otra abuela". Era muy entrañable verla sentada con mi abuela Anuncia mientras se contaban sus cosas. Amén claro está de las galletas, manzanas, caramelos o similares que siempre tenía dispuestos cuando íbamos a su casa o venía a la nuestra, y el cariño tan espontáneo que repartía mezclado con esa chispa de humor que siempre tenía a mano; detalles estos que en nuetra niñez dejaban una huella imborrable. A tanto llegaba la cosa que en una ocasión mi hermana y yo nos disputábamos quién la llevaba la Santa. Yo gané el mano a mano con una condición: "...bueno vete pero dila que te dé para los dos". Desde aquí la mando un beso muy grande que seguro recibirá allá donde esté. ¡Hasta Siempre!

Todos te recordamos